Las oficinas han dejado de ser lo que eran. Primero nos prometieron flexibilidad, después nos quitaron los escritorios, y ahora nos hacen pelear por un lugar con vista a la ventana.
Mientras el mundo del trabajo se adapta al modelo híbrido, las empresas han encontrado la excusa perfecta para reducir costos, mientras que algunos diseñadores intentan salvar la dignidad de los espacios corporativos. Para muchas empresas, las oficinas son casi ornamentales, un requisito para clientes o bancos que exigen un domicilio fiscal confiable. Más un trámite que un verdadero espacio de trabajo. ¿Estamos reinventando la forma de trabajar o solo maquillando una estrategia de ahorro?
El fin del cubículo: ¿una evolución o un truco contable?
La pandemia dio el golpe final al cubículo gris que sobrevivió a los 80 y los 90. Con el auge del trabajo remoto, las empresas decidieron reducir metros cuadrados y transformar oficinas en algo más parecido a una cafetería de aeropuerto: espacios compartidos, escritorios flotantes y salas de juntas que parecen más un set de podcast que un lugar de trabajo.
Según un informe de JLL (2023), el 74% de los trabajadores híbridos prefieren un lugar fijo en la oficina en lugar de andar deambulando con su laptop en mano. Y un estudio de Gallup reveló que el 41% de los empleados híbridos se sienten menos conectados con sus equipos.
Los reyes del coworking (y sus caídas estrepitosas)
El boom de los espacios flexibles trajo consigo algunos protagonistas y unos cuantos escándalos. WeWork, la estrella fugaz del coworking, pasó de valer 47 mil millones de dólares a declararse en bancarrota en 2023. ¿La razón? Un modelo de negocio basado en alquilar espacios a largo plazo y rentarlos a corto plazo con una cultura de excesos y decisiones impulsivas (gracias, Adam Neumann).
Pero mientras WeWork se desplomaba, otros modelos de oficinas premium han crecido. Marcas de diseño como Cassina, Poliform y PM Steel han visto un aumento en la demanda de mobiliario adaptable, ya que las empresas buscan crear espacios más atractivos y funcionales. Un ejemplo claro es Google, que recientemente invirtió más de 9 mil millones de dólares en renovar sus oficinas para hacerlas más atractivas y fomentar la colaboración presencial, mientras redujo 13,000 empleados desde 2023.
El truco del hot desk y el espejismo del diseño colaborativo
Uno de los cambios más polémicos ha sido la eliminación de los escritorios asignados. Ahora, muchos empleados deben “cazar” un lugar libre, lo que se conoce como hot desking. La teoría dice que esto fomenta la interacción y la creatividad, pero en la práctica, genera competencia absurda por los mejores lugares y una sensación de que la oficina es un Starbucks con peor café.
Mientras tanto, los diseñadores de interiores intentan compensar la falta de pertenencia con zonas modulares, espacios biophílicos y mobiliario multifuncional que hagan que los empleados quieran volver. Pero la pregunta sigue en el aire: ¿es realmente una transformación del espacio de trabajo o solo una estrategia para reducir costos sin perder la narrativa de innovación?
El marketing del híbrido: una campaña que no termina de convencer
El modelo híbrido ha sido vendido como el equilibrio perfecto entre el home office y la oficina permanente, pero los números cuentan otra historia. Según McKinsey (2023), aunque el 90% de las empresas globales han adoptado algún grado de trabajo híbrido, solo el 23% de los empleados cree que este modelo es realmente efectivo.
Además, campañas corporativas que promueven el regreso a la oficina han tenido resultados mixtos. Empresas como Apple y Amazon han enfrentado protestas internas cuando intentaron obligar a los empleados a acudir más días, mientras que otras, como Zoom (irónicamente), también han exigido más trabajo presencial a pesar de que su propio producto promueve lo contrario.
Moraleja: Llega temprano para agarrar buen lugar o, mejor, no te enojes si no te toca escritorio con vista al mar. Total, lo que importa es el chisme de oficina, que es a lo que va uno. El trabajo pesado se hace a deshoras desde casa… ¿o no?
Les dejo una foto de mi vista, desde mi oficina… mándenme la suya.
Sagrario Saraid es fundadora y directora de dobleuEse Atelier, agencia de comunicación con más de 20 años de experiencia en proyectos editoriales, manejo de crisis, branding y marketing digital. Sagrario ha colaborado con marcas como HP, The New York Times, Peanuts, SAP, Fibra Danhos, Intel, GCC, Cisco, Diez Company y Great Place to Work, por mencionar algunas. Y sigue creyendo que las mejores ideas nacen en una buena sobremesa.