Ríete y vencerás: el humor como superpoder de las marcas

En tiempos de ansiedad colectiva y sobreinformación, el humor se ha convertido en la mejor arma de las marcas para conectar con su audiencia. ¿Por qué los memes venden más que los slogans? ¿Qué marcas están triunfando gracias al chiste bien colocado? En esta Sobremesa te cuento del humor como superpoder de comunicación y te advertimos: si no sabes hacerlo bien, mejor ni lo intentes.

Las marcas serias están en peligro de extinción

No lo digo yo, lo dicen los datos y el algoritmo. En plena era del doomscrolling y la crisis de atención, las marcas que se atreven a hacer reír son las que están ganando corazones, shares y carritos llenos. El humor – ese arte subestimado por décadas – ha mutado de “recurso creativo” a “estrategia de supervivencia”.

Y no, no estamos hablando del clásico chiste del copy con fondo amarillo. Hablamos de memes de marca, trend hijacking, community managers que se dan licencia para improvisar y un tono que se siente más TikTok que PowerPoint. Hablamos, en resumen, de marcas que ya entendieron que en un mundo ansioso, el humor no solo se agradece: se comparte.

La risa, el camino a la viralidad y el incremento de ventas

Un estudio reciente de Oracle y Gretchen Rubin reveló que 91% de los consumidores prefieren marcas divertidas, pero solo 15% cree que realmente lo son. Houston, tenemos un desfase. En tiempos en los que el contenido compite con videos de perritos, dramas de influencers y la última crisis global, hacer reír es una ventaja injusta… pero legítima.

¿Ejemplos? Muchos. Desde el CM de Netflix Latinoamérica, que se volvió influencer de memes, hasta Duolingo y su búho psicópata que amenaza con “secuestrar a tu familia si no practicas italiano”. Wendy’s y su legendaria guerra en X (Twitter) son ya casos de estudio. En México, marcas como Aeroméxico, Cinépolis y hasta Profeco han sabido moverse con soltura en este terreno, usando el humor para responder crisis, humanizar sus mensajes o, simplemente, para entretener. Y eso, amigos, también vende.

No es lo contrario a la seriedad, sino al aburrimiento

¿La clave? Entender que el humor no es lo contrario a la seriedad, sino al aburrimiento. Ser gracioso no te quita autoridad. Al revés: te vuelve memorable, y eso, en este mar de estímulos, vale oro.

Pero ojo: no todo es LOL. El humor es un terreno delicado y hay reglas no escritas. Primero, no te rías de otros, sino contigo. Segundo, entiende el contexto: un meme puede ser brillante un lunes, y cancelable el jueves. Y tercero, no fuerces la risa. Si tu marca no tiene el tono o el timing, mejor quédate con lo que te sale natural. No todos deben ser comediantes, pero sí evitar ser el tío incómodo del grupo.

El humor no está peleado con el contenido de calidad, pueden coexistir, pero insisto: no es a fuerza. Solo si se te da de manera natural, porque si no está en tus talentos terminarás luciendo como un clip de La Risa en Vacaciones y te van a funarbanear.

Calidad + carisma + cultura

El humor funciona cuando hay empatía, agilidad y una buena lectura cultural. Cuando no se siente como “marketing”, sino como una conversación entre iguales. Y cuando viene desde la autenticidad, no desde un Excel que dice “incrementar el engagement con chistes”.

Porque al final, todos queremos lo mismo: que nos hablen como personas, no como leads. Y si en el proceso nos sacan una risita, pues mejor.

Moraleja: Si no te has animado, recuerda que bien dice la sabiduría ancestral que “quien ríe al último, ríe mejor”.

Sagrario Saraid es fundadora y directora de dobleuEse Atelier, agencia de comunicación con más de 20 años de experiencia en proyectos editoriales, manejo de crisis, branding y marketing digital. Sagrario ha colaborado con marcas como HP, The New York Times, Peanuts, SAP, Fibra Danhos, Intel, GCC, Cisco, Diez Company y Great Place to Work, por mencionar algunas. Y sigue creyendo que las mejores ideas nacen en una buena sobremesa.

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